lunes, 31 de diciembre de 2012

Por un 2013 sobre pedales.


El blog ha estado abandonado los últimos meses. Podría decir que con el final de temporada no ha habido noticias que contar, pero mentiría. A pesar del parón oficial, desde el caso Armstrong hasta fichajes estelares, el ciclismo no se ha detenido en ningún momento. Aunque más bien fueron malas, las noticias sobre nuestro deporte ocuparon incluso primeras planas desde que el Tour de Beijing dio punto final a este 2012.

Ahora, a pocas horas de finalizar el año que supuestamente acabaría con nuestra existencia, los especiales que recorren el año acaparan todo medio escrito o audiovisual y, por supuesto, el ciclismo no se queda atrás.

No es mi intención analizar el año ciclista, al menos no de forma demasiado extensa, de eso se encargarán otros, y, si estáis aquí, no necesitáis análisis alguno. Todos nos emocionamos con la vuelta de Valverde en Australia, adoramos a Boonen en Roubaix y suspiramos de alivio cuando Joaquim Rodriguez por fin conseguía su primera en las Ardenas, fue el mismo Purito el que hizo que el Giro ganase una emoción que, para ser francos, la carrera no nos proporcionó este año.
Todos nosotros esperamos ansiosos Julio, porque el Tour, sea como sea, y sea con quién sea, siempre será el Tour. Allí vimos a un inglés por primera vez llegar de amarillo a París, dominando una carrera que esperemos vuelva a ganar su esencia en próximas ediciones. Wiggo repitió triunfo en casa, era año olímpico, y en Londres, cerca de las calles en las que paseo con sus pandillas mod, ganó una medalla de oro en la contrarreloj de la misma manera que había echo durante toda la temporada, arrasando. El oro de ruta fue para otro grande,  este no volverá a dar pedales de forma profesional, y le echaremos de menos, en este 2012 volviste a ser protagonista Vino.
Quien nos iba a decir que sería nuestra Vuelta la que llenase el vacío que nos dejaron las otras grandes. No estaba en el guión, pero un madrileño, un catalán y un murciano, sin que suene a chiste, se empeñaron en dejarnos sin siesta, también, en Septiembre.  Con una de las mejores etapas de la última década, el rojo se lo llevo Alberto, aunque el bien sabe que parte de su triunfo se fue para sus dos compatriotas.
Quizás la imagen final del año estaba destinada a ser para Purito y su mágico triunfo en Lombardia, pero con este deporte nunca se sabe. La temporada nos dejó con otro palo para el ciclismo, y ya son muchos. Esta vez el protagonista era el ganador de 7 Tours y por tanto, la herida que deja será difícil de cicatrizar.

Recordar las muchas imágenes que nos ha dejado el año siempre será bonito, pero siendo sinceros, han sido más de 3 meses sin ciclismo, una "eternidad" que pondrá punto final en pocas semanas, y allí intentaremos estar para contarlo.

Por eso, cuando brindemos esta noche, entre los deseos de salud y bienestar, dejaremos un pequeño hueco para que el deporte más bonito del mundo nos vuelva a levantar del sofá dando brincos, para que las noticias que lo ensucien sean las mínimas y para que volvamos a disfrutar como niños de esto de las bicicletas.

Alberto de Santos.



domingo, 30 de septiembre de 2012

Un futuro demasiado incierto.



 Publicado en Revista Desde la Cuneta el 21/09/2012
Somos un gran país en ciclismo de élite. De eso no hay duda. Algunos de nuestros corredores son de los mejores ciclistas del mundo, copando las listas de favoritos de las grandes carreras internacionales encontramos una cantidad importante de nombres nacionales. Todos disfrutamos con las grandes vueltas de Contador, la lucha de Joaquím Rodríguez allá por donde va, la clase de Alejandro Valverde o el ímpetu de Samuel Sánchez. Quizás el ciudadano de a pie pensará por tanto, y con razón, que somos una de las naciones punteras en este deporte. Pero se equivocan, la cruda realidad es que el ciclismo base en este país está en un estado más que lamentable.
 
La verdad es que el futuro asusta, disfrutamos con los éxitos de los mayores y quizás eso nos impide alarmarnos demasiado con lo que se nos puede venir encima. ¿La causa? Lo de siempre, el dinero.
 
Cada vez son menos los patrocinadores que confían en el ciclismo base, apostando únicamente en carreras que cuenten con los grandes del pelotón y, por tanto, las pruebas de renombre de nuestro calendario amateur languidecen ante las adversidades. La caída más dura fue la de el Circuito Montañés, mítica en sus días de gloria, con protagonistas que marcan el ritmo del ciclismo actual. Los Gesink, Mollema, Castroviejo, Duarte o Van Garderen del futuro no tendrán la oportunidad que sí disfrutaron sus mayores. Hablando de nombres foráneos no es un problema demasiado importante, pero cuando nos referimos a los nacionales si se plantea una difícil situación al no tener nuestros corredores carreras en su propio territorio y ser excesivamente costoso viajar al extranjero a competir. Otras pruebas como el Cinturó de l'Empordá también se hundieron y son pocas las que, como la Vuelta a León, se mantienen en pie.
  
Estos casos nos dejan en situaciones que rozan lo embarazoso en ocasiones como los Mundiales Sub23. La prueba en ruta, que se celebrará dentro de pocas horas y que solo contará con uno de los nuestros, uno de los mejores países del mundo en este deporte únicamente podrá conformarse con la representación de Carlos Verona. La falta de puntos de nuestros corredores, que se debe casi en su totalidad a la escasez de oportunidades que tienen de viajar al extranjero nos da únicamente una plaza para la prueba en ruta y dos para la de contrarreloj. El propio Verona nos señalaba que "la reducción de pruebas UCI, sobre todo las 2.2, del calendario nacional es la culpable de este hecho", poco más tenemos que decir si observamos que hasta los más privilegiados se sienten ultrajados por la actual situación.

Verona fue nuestro único representante sub23 en Limburgo

 
Nuestro ciclismo está ardiendo desde abajo y poco a poco se consume, por los éxitos de los élite no nos damos cuenta de esta situación, quizás ya sea demasiado tarde y tendremos una generación perdida, pero habrá que confiar y dar un giro radical para solucionar el problema si no queremos que los posibles Freire, Contador o Valverde del mañana se queden atascados en su progresión y tengamos que tirar de archivo para ver a un corredor nacional levantando los brazos.

martes, 11 de septiembre de 2012

El nueve de la Vuelta



La Vuelta ha sido el colofón ideal a la temporada, llena de sorpresas ha deleitado al aficionado al deporte en general. No es el escaparate que es el Tour, pero tampoco se queda corta, de los casi 200 corredores que tomaron la salida en Pamplona solo algunos consiguieron cumplir, y aún menos consiguieron triunfar, aunque sería difícil quedarse con solo nueve. Al igual que hicimos tras la Grande Boucle, analizamos los que, para nosotros, han sido los nueve mejores corredores de nuestra vuelta.


Alberto Contador.
El pinteño sale de esta Vuelta con mención de honor, sin importarle la presión venía como indiscutible favorito, lo raro sería que no ganase, decían. Y sin esconderse, desde aquella subida a Arrate que ya tan lejana queda, Alberto dio espectáculo y nunca se le vió inactivo,volviendo a intentarlo cada vez que la carretera se empinaba.  Sus ataques, quizás con más corazón que piernas, fueron nulos en un principio. Parecía que la Vuelta se le iba. Pero Contador, haciendo honor a su calidad, nos ofreció el mayor espectáculo del año encima de una bicicleta en la etapa de Fuente Dé, vistiendose de un rojo que ya no volvió a soltar hasta la Castellana. Nadie puede estar en su contra, gustará a unos más que a otros, pero ser anti-Contador sería ser anti-ciclismo. Seguramente sea el corredor que más necesitemos para salvar este deporte, y con carreras así, no hace más que demostrarlo. 

Joaquim Rodríguez.
Esta Vuelta el de Parets la recordará por el casi. El casi la gano, el casi aguanto al mejor ciclista del mundo hasta el final. Pero seamos sinceros, lo de Joaquim no tiene nombre, con 33 años, el catalán no hace más que sumar y seguir allá por donde corra. Tras un Giro excelente estuvo apunto de conseguir el sueño de una grande ante nada más y nada menos que Alberto Contador. La épica del ciclismo le repartió la parte mala, y Purito llega a Madrid con un tercer puesto que no hace justicia al carrerón que ha echo. Parece difícil, pero nadie se atreve a decir que no ganará ya nunca una grande. 

Alejandro Valverde.
Dos años en el dique seco suelen pasar factura, pero el Bala ganó desde el primer día, fue en Australia, en la primera carrera de la temporada, y nos ilusionó, aún teníamos Valverde para rato. La temporada siguió con algún que otro altibajos a la hora de llegar a las Ardenas y tras dos semanas Tour algo decepcionantes, 'Piti' volvió en Peyreagudes, consiguiendo una victoria que decía: Aquí sigo. Y ahí seguía, en la primera semana de Vuelta se llevó dos etapas más la CRE, y en las siguientes aguantó con los grandes, al final se queda a poco más de un minuto de Alberto que hacen pensar en lo que hubiese pasado sin la faena de Valdezcaray. Aun así, Valverde, como Contador, se reivindican tras sendas sanciones, demostrando que la clase que tenían, la tienen de serie, y el ser un superclase no se olvida.

Chris Froome.
Una de las mayores estrellas de la pretemporada. Llegó al Tour con tan solo 18 días de competición, pero allí rindió al mismo nivel que el mejor, que, porque era su líder, sino otro gallo hubiese cantado, o no. Pero Chris no se quería quedar ahí, y tras conseguir un bronce en los Juegos, a pesar de su cansancio, cumplió su promesa de correr la Vuelta. Llegaba como máximo rival de Alberto, y en un principio lo fue, pero a partir de la Gallina, el keniano se desinfló. Pese a todo, la insistencia que tuvo para acabar lo mejor posible le honra, y a pesar haber estado muy lejos del líder, Froome vuelve a casa reforzado. Puede que sea el ciclista del futuro, eso ya lo veremos, pero en una Vuelta con la calidad que ha tenido esta, tan solo ser el cuarto en discordia, ya es increíblemente meritorio.

John Degenkolb.
No era una Vuelta de sprinters, las llegadas masivas se contaban con los dedos de las manos, y la participación lo notó, ningún Cavendish, Goss o Greipel se acercaron a España este Agosto. El alemán del Argos tenía, por tanto, su mejor oportunidad. No la ha desaprovechado; Degenkolb se lleva cinco de las seis llegadas al sprint, confirmándose como uno de los mejores en la especialidad. Ahora tan solo falta ver como responde ante sus mayores en las volatas. Pero sus cinco triunfos no se los quita nadie.  




Simon Clarke.
Probablemente, camino de Valdezcaray, el australiano del ORICA no se imaginaba que tras esa etapa, que luego ganaría, sería protagonista principal de esta Vuelta. Pero metiéndose en las fugas correctas se lleva un preciado maillot de la montaña, que después de años, deja de ser propiedad de David Moncutié, que nada pudo hacer ante el 'aussie'. Comandando el buen rollo que se palpa en su equipo ( vídeoclip ORICA Green Edge "Call Me Maybe") Clarke se confirma como uno de los puntos de apoyo de la nueva generación australiana. Un ciclista que habrá que seguir muy de cerca los próximos años. 


Dani Moreno.
El gregario perfecto. Katusha vino a ganar la Vuelta y trajo un equipo acorde para ello, pero no todos lograron estar a la altura. Sin embargo, el madrileño ha sido el mayor aliado para los intereses de Purito, que le debe gran parte de sus últimas victorias. Cabe la duda de que pasaría si Dani pelease por la general en un equipo dedicado a el. Eso, de momento, no lo sabremos, pero es imposible negar que con la progresión que ha seguido los últimos años, Moreno es, hoy por hoy, uno de los mejores gregarios del mundo.



Beñat Intxausti.
Otra de las grandes promesas del ciclismo español llegaba a la Vuelta para intentar ayudar a Alejandro Valverde en la general. Tras hacer un Giro espectacular, cuya general se le chafó por enfermedad en la etapa del Stelvio, Beñat ha podido resarcirse en esta Vuelta. Pese a que fue Nairo Quintana, que también se ha salido, el que acompañó al murciano en el tríptico de Asturias, el vasco fue el más regular en el Movistar para ayudar a Valverde. Y el primer Top10 de Intxausti así lo demuestra.





Andrew Talansky.
Con tan solo 24 años, el americano del Garmin-Sharp, ha sido la máxima revelación de esta Vuelta. El de Florida supo aguantar mucho tiempo con los más grandes en la montaña, y sin tener ningún día extremadamente malo, consigue un increíble séptimo puesto que nos lleva a pensar en que el futuro de este chaval está plagado de éxitos. 

lunes, 10 de septiembre de 2012

Esta vez sí, Grande.


Tenemos que estar, y lo estamos, orgullosos de poder contar en nuestro país con una de las tres pruebas más importantes del panorama ciclista, solo tres naciones en el mundo cuentan con el honor. Pero para ser justos, llevamos años en los que la Vuelta a España lo único que tenía de Grande era la duración, y pese a ser tres semanas de competición, las diferencias con Giro o Tour eran cada vez más evidentes, tanto que resultaba hasta bochornoso comparar carreras en cualquier aspecto.

Continuando el modelo de los últimos años, una organización rejuvenecida ha intentado devolver la grandeza a una carrera que estaba en auténtica decadencia. Se apostó por la espectacularidad y la épica, las rampas del 30%, enésimos finales en altos, y confiando únicamente en los favoritos a la general, se arriesgó a prescindir de los mejores sprinters o de grandes corredores de segunda fila, pero, una vez acabada, podemos decir que se arriesgó, sí, pero esta vez, se ganó.

Pero a pesar de lo que haga la organización, el ciclismo lo hacen los ciclistas, y la participación este año fue el pilar básico de la carrera. Entre unas cosas y otras, diferentes casualidades han conseguido que hasta tres ciclistas en su máximo pico de forma, se retasen por el asfalto ibérico. Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez realizaron gestas que quizás quedaron empañadas tras la exhibición de su compatriota madrileño. El de Parets se convirtió otra vez en protagonista de la carrera, cazando tres etapas y regalando una, aguantando al mejor escalador de la última década en todos los puertos de la carrera, el murciano, tras dos años sin competir y un Tour, que pese a la alegría de Peyreagudes no salió como le hubiese gustado, volvió a demostrar el tipo de ciclista que es, quedándose tan cerca en la general que da que pensar que hubiese pasado sin el incidente de Valdezcaray que ya nos queda tan lejano. Fue el gran olvidado al final, pero no podemos obviar a Chris Froome, que, pese a quedar a más de diez minutos en la general, ha demostrado en esta Vuelta que es un superclase, alargando un punto de forma casi dos meses para luego dar todo lo que le quedaba en el depósito en esta Vuelta. 


Si los corredores de este año han sido la clave para que la Vuelta vuelva a su lugar, Alberto Contador es, sin duda, el capitán de esa escuadra. Desde el primer momento que la carretera se empinó, Alberto lo intentó, volviendo a dar espectáculo como solo el sabe, y ahí ya no paró hasta conseguir su objetivo. El destino quiso que no fuese en su terreno, la alta montaña, donde se vistiese de rojo, el de Pinto, acostumbrado a las dificultades, tuvo que superar las trabas que se le pusieron en el camino. Pero benditos obstáculos, en Fuente Dé, en una etapa de supuesta transición, Contador nos regaló una epopeya que quedará para siempre en nuestra memoria. Emocionando a todos los aficionados Alberto nos volvió a demostrar que tenemos que creer en él y en este deporte, y señalando con los dedos las 7 Grandes Vueltas que, le pese a quien le pese, ha ganado, cruzó la meta en Madrid volviéndose a sentir ciclista, sabiendo que, de momento, nada le va a obligar a frenar de nuevo su progresión para convertirse en uno de los grandes de la historia.

Se pueden mejorar muchas cosas, empezando por el marketing, que también es esencial para una correcta y óptima distribución de nuestra carrera y que es el único punto que sigue anclado en el pasado. Las críticas siempre las habrá y con el tiempo se podrán realizar recorridos más acordes a una carrera ciclista de gran nivel sin tener que excederse en recurrir a la épica, pero esta temporada nuestra vuelta de tres semanas, ha renacido, ha vuelto a ser nuestra Grande. Quizás fue la participación o quizás la espectacularidad del recorrido, y aunque probablemente fue una combinación de numerosos factores, el porqué ahora da igual, el caso es que en ciertos momentos hemos vuelto a creer en que la Vuelta a España era una grande del ciclismo, una carrera para disfrutar y de la que presumir. Estamos en el camino.

Alberto de Santos.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Legendario.


Es probable que el ciclismo sea , ahora mismo, un deporte en decadencia. Minoritario en muchos países y con graves problemas institucionales, además de los continuos cambios y palos que se a llevado, han echo que sea un deporte con un estado de salud grave. Los que seguimos creyendo en el, que cada vez somos menos, nos tragamos las horas que haga falta delante de un televisor para seguir cada carrera que podemos disfrutar. Pero algo ha cambiado, las tardes de ciclismo ya no son lo que antaño y a pesar de amar este deporte, tenemos que reconocer que cada vez se esta haciendo mas rutinario. Por eso, en días como hoy, nosotros, los aficionados, estamos de fiesta, cuando algún corredor, sea quien sea, se atreve a desafiar las leyes de la normalidad que se han impuesto en este deporte, es un día de celebración.

Lo que Alberto Contador ha hecho hoy es una auténtica salvajada, espectáculo puro, del que deja huella en los anales de la historia del deporte. No nos podíamos quejar de Vuelta, nuestra ronda, con su mejor participación en años, parecía que recuperaba su color, que después de pasar unos tiempo deambulando entre la mediocridad comenzaba a salir del pozo. Después de lo hoy podemos afirmar que si, que la Vuelta ha vuelto, valga la rebundancia. Cuando Alberto Contador se dispusó a atacar en la Collada de la Hoz, no sabia lo que saldría de todo aquello, jugársela de esa manera a casi 50km de meta era, cuanto menos, arriesgado. Pero le salió.

 Después de tres etapas de nulos intentos en la alta montaña, tuvo que ser en un día con dos segundas y un tercera donde viésemos la mejor etapa de la carrera y, posiblemente, del año. Contador se alejaba, el líder se quedaba solo y la diferencia aumentaba. Para rizar el rizo, Contador encuentra en Tiralongo, ex compañero y amigo, otro aliado mas que añadir a sus compañeros de equipo. Se masca la tragedia, Purito no puede y al comenzar el ultimo puerto del día Valverde le remata. Al final el murciano llega practicamente a la altura del madrileño y se colocará segundo en la general, pero Alberto en su día de gracia no falla y se lleva su primer triunfo parcial, es la cara de la moneda, la cruz, el de Parets, que pierde casi tres minutos y ve como se le aleja la que muy probablemente sea su ultima oportunidad en una grande. Pero que le quiten lo bailao, el catalán es un grande, lo demuestra cuando gana, que por cierto, spes muchas veces, pero también tiene la serenidad para hacerlo cuando las cosas van mal. Chapó.

Es lo que tiene  Alberto Contador, que suele liarla. A veces parece mas fácil, pero al final el resultado es el mismo. El de Pinto demuestra por enésima vez que es el mejor ciclista de su generación, y que si hablamos de grandes vueltas, no hay nadie que le pueda toser demasiado fuerte. A forma de reivindicación celebra en meta con una rabia  inédita en el, ya con mas calma, las lagrimas se amontonan, son demasiados recuerdos, han sido 2 años de calvario, del que por fin podemos decir que ha salido, el ciclismo necesita tener a Alberto, y ya le ha recuperado, Alberto Contador vuelve a disparar.

Alberto gana la Vuelta (si no ocurre nada extraño) en una etapa con puertos tendidos, normales. Las cuestas de cabras solo sirvieron para ver retorcerse a los corredores, y seamos justos, ese no es el objetivo de este y de ningún deporte. Toque de atención para Javier Guillén y los suyos por tanto, a veces buscas algo en sitios tan complejos que no te das cuenta que lo tenías delante de tus narices, es lo que ha pasado con el espectáculo, que el de verdad, el que ha echo grande al ciclismo, apareció el día menos esperado, en una etapa que pasa a la historia, una etapa de leyenda, y todo gracias a un protagonista que, si es que aun no lo es, va camino de ser Legendario.

Alberto de Santos.


lunes, 3 de septiembre de 2012

Conclusiones de un tríptico algo descafeinado.


Decíamos el pasado Jueves que lo que venía a partir de los siguientes días sería lo más grande de la actual edición de la Vuelta a España, no era para menos, en tres días se empalmaban tres etapas con más de 3500 m de desnivel cada una, tres finales en alto que tendrían que decidir quién es el mejor de esta carrera, en definitiva, 3 capítulos de la que parecía iba a ser la mejor serie del año, si hablamos de grandes vueltas. Y aquí estamos, sin darnos prácticamente cuenta, ya se ha acabado lo bueno, el tríptico ha pasado, y, para ser justos, nos ha dejado con un sentimiento extraño. No ha estado mal, pero aún así estamos algo decepcionados.

Decepcionados de que, a pesar de los casi doce mil metros de desnivel salvados, la general, en cuanto a diferencias entre los primeros puestos, prácticamente no se ha movido, a pesar de subirse tres finales en alto que deberían haber hecho mella en la carrera y ofrecernos un espectáculo distinto, conmovedor, de esos que hacen afición, lo visto estos tres días ha sido un repetición del primero, y el hecho de estar hablando de un deporte en el que las fuerzas llegan al límite, no podemos pedir mucho más, y tendremos que quedarnos satisfechos con lo visto, pensando que cada uno ha dado el máximo de si mismo.


Hemos visto a Joaquim Rodríguez como nunca le habíamos visto, luchando con uñas y dientes para retener un rojo que cada vez es más suyo, después de que en ninguno de los tres días haya llegado por detrás de su máximo y único rival, Alberto Contador. El pinteño se ha hartado de atacar, dando ese espectáculo que echábamos de menos, pero está claro que a Alberto le falta ese golpe de pedal que tuvo antaño y del que parece que el poco ritmo de competición le ha privado. Alejandro Valverde, siempre  el tercero en discordia, ha demostrado que la clase no se pierde, que dos años de sanción no han podido arrebatarsela, y ahí está, después de un Tour con más sufrimiento del deseado, en clara opción de conseguir el que sería su tercer podio en la Vuelta. Froome, que en el último artículo de este blog, aún seguía en la pomada, se ha desinflado poco a poco, perdiendo cada día unos segundos que ya le alejan casi completamente del tercer cajón en Madrid.

Por tanto, recapitulemos; en Ancares a Contador le salió bien la jugada en un principio, pero Purito le volvió a hacer la misma que Valverde en la Gallina, pillando su rueda a poco de meta y rematándole en el sprint final, el catalán sumo otra vez victoria, con las bonificaciones que eso conlleva. Los Lagos volvieron a ser menos de lo que parecía, la fuga se llevo la etapa con un extraordinario trabajo de Antonio Piedra y su Caja Rural, por detrás, Alberto volvió a intentarlo en innumerables ocasiones, pero, otra vez, le salió rana, solo le quedaba la esperanza que en el Cuitu, Purito se despegase de su rueda porfín. Pero tampoco pudo ser, en la etapa de hoy, bastante tuvieron los corredores con salvar las exageradas rampas del nuevo coloso sin desfallecer.


No nos creíamos que Joaquim fuese capaz de aguantar a todo un vueltómano como Alberto, pero cada día que pasa, cada metro de desnivel salvado en el que el catalán sigue a rueda de Contador, Purito está más cerca de Madrid, de conseguir ganar su primera grande. Un premio que sería el colofón merecidísimo a una temporada espectacular, al nivel de la calidad de un ciclista que, con nada más y nada menos que 33 años, está viviendo sus grandes años sobre una bicicleta. 

Así que esto se nos acaba, y parece que fue ayer cuando se dio la salida en Pamplona. Eso sí, nadie, y menos Joaquim Rodriguez o Alberto Contador pueden bajar los brazos. Mañana los corredores tendrán un merecido descanso para poder afrontar los últimos días a Madrid. El miércoles tendrán que afrontar de nuevo un final en alto, con la llegada a Fuente De, donde podemos asegurar que el madrileño lo volverá a intentar. Después, tranquilo camino hacia Madrid, y allí, finalmente se disputará el último asalto, con otra etapa de alta montaña que enlaza los puertos más míticos de la Comunidad de Madrid, todo rematado con un final que asusta, la Bola del Mundo.

viernes, 31 de agosto de 2012

El día de la marmota.


Esto ya lo hemos visto. Esta fue la sensación que miles de espectadores y aficionados tuvimos ayer mientras veíamos la espectacular subida al Mirador de Ézaro, donde Joaquim Rodriguez, para seguir la monotonía, se llevó otra vez la victoria de etapa y así amplió su ventaja sobre Alberto Contador. Lo de 'Purito' no tiene nombre, ya lo venimos diciendo, el catalán sigue deleitando y aprovechando las (muchas) opciones que le da el recorrido de esta Vuelta, de verle ganar nunca nos vamos a cansar, por lo menos mientras siga haciendolo así, con esa clase de la que pocos gozan.

Lo que quizás si se nos hace un poco más pesado, repetitivo, rutinario, es que la ambición de los directores de carreras por hacerlas más visibles o atractivas para el público general este cambiando las bases sobre las que se cimentó este deporte, hace ya un buen puñado de años. Es cierto que añadir finales en alto desde los primeros días hará que los favoritos se tengan que mostrar desde el principio, y por tanto, el aficionado se "enganche" a la carrera a partir del primer día. La Vuelta viene cambiando estos últimos años el modelo por excelencia de las Grandes Vueltas, con dos bloques de montaña bien marcados, un par de etapas contra el crono, y varias etapas para que se resuelvan al sprint o bien llegue la fuga. En vez de esto, Javier Guillén y sus hombres se basan en buscar lo que ellos llaman "espectáculo", buscando las mayores rampas de España, y si no las hay, las crean, asfaltando para ello pistas forestales, y todo para crear ese "espectáculo".

Pero no nos engañemos, el ciclismo ha sido y es espectacular desde hace muchos años, cuando a nadie se le había pasado por la cabeza subir el Angliru, el Cuitu Negru o la Bola del Mundo, más que nada, porque los desarrollos no daban para ello. El ciclismo lo hacen espectacular los ciclistas, no el recorrido, y si no hay cuestas del 30%, serán con las del 10% con las que se establezcan las diferencias.  Y si, a todos nos gustaron los 10 minutos de ascensión a Ezaro, pero no más que en Jaca, o en Barcelona, etapas idénticas que hemos vivido en menos de una semana, y cuando algo lo vemos repetido una y otra vez, pues al final, cansa. 

Abusar de este "espectáculo" solo le saldrá perjudicial a los 'capos' de la Vuelta, pues si machacamos las máquina , cuando llega el momento decisivo, habrá más riesgo de que falle, o lo que es lo mismo, si los favoritos llegan con demasiada tralla a las etapas de montaña, las que cuentan, a lo mejor ya no tienen fuerzas para deleitarnos con su espectáculo, pero el de verdad. Y todo será por abusar de finales y pendientes que a veces resultan absurdas y totalmente evitables.

Afortunadamente, a partir de mañana llega lo bueno, como anunció el propio Alberto Contador, a partir de las etapas de Asturias empieza la verdadera Vuelta. Muchos se sorprenden de que las diferencias sean tan pequeñas, pero no nos engañemos, a pesar de que hemos visto mucho a los favoritos, aún no hemos tenido una etapa de alta montaña de verdad, y todo lo que ha pasado hasta ahora, de poco valdrá cuando se pase el único bloque de montaña que tenemos en esta Vuelta a España.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Las mil y una hazañas de Joaquim Rodríguez.


Comentaba Carlos de Andrés en la retransmisión de tve del Tour de 2010 que Joaquim Rodriguez había elegido una opción estupenda para 'finalizar' su carrera al fichar por Katusha. 'Purito' acababa de conseguir su primera victoria en la Grande Boucle, en su primer año como líder de la escuadra rusa. De Andrés no era el único que pensaba que el catalán, por entonces con 31 años, estaba ya dando los últimos coletazos de su carrera. Por supuesto, y tras estos tres últimos años es fácil decirlo, estaban equivocados, esa misma temporada añadiría una etapa de la Vuelta a su palmarés, además del UCI World Ranking que le acreditaba como mejor ciclista del año, 'Purito' estaba de todo menos acabado.

Hay que reconocer que el aficionado ciclista no ha/hemos sido justo/s con Joaquim, el de Parets no ha gozado de la 'suerte' que si tuvieron otros compañeros suyos como Alejandro Valverde, Alberto Contador o incluso Igor Antón, ciclistas que han tenido desde sus inicios y gracias al público, una fama que les ha podido ayudar (o perjudicar en el caso del vasco) en el transcurso de su trayectoria deportiva.

'Purito', que empezó pronto y como otros muchos corredores nacionales, en el equipo ONCE, ha sabido ir escalando posiciones dentro de sus equipos durante su carrera, pero, sería mentir si dijésemos que era imaginable llegar hasta donde está ahora mismo. Trabajando los años anteriores para Alejandro Valverde en las grandes citas, cuando militaban en el Caisse d'Epargne, decidió marcharse a Katusha, donde además de sus honorarios, su estatus subiría notablemente. Aún así, ni el equipo ruso pensó en el ciclista que se encontraría pasados los años. Cada temporada, Joaquim ha mejorado sus cualidades hasta plantarse, hace bien poco, en la segunda posición de la que dicen que es la carrera más dura del mundo, el Giro d'Italia.

Por tanto lo de hoy es solo otro episodio de la progresión de 'Purito', que lo ha vuelto a hacer. Si el año pasado se puso como meta llegar de líder a la crono de la Vuelta, esta edición ha dado un paso más, el objetivo era salir del único día contra el reloj de rojo. Por supuesto, lo ha conseguido.
Podemos decir que la crono era muy apta para sus condiciones, pero sería una burda excusa. Si después de 40km de crono 'solo' ha perdido un minuto con Alberto Contador, especialista en la materia, Purito se convierte en el favorito principal (con el permiso del de Pinto) para ganar la que sería su primera grande.

Es verdad que queda Ancares, el Cuitu, los Lagos, y por si fuera poco, la subida a la Bola del Mundo el penúltimo día, pero ya hemos visto a Joaquim aguantar con creces puertos de mismo o mayor nivel, y sino que se lo digan a ciclistas como Ryder Hesjedal, al que tanto 'incordió' allá por Mayo. Y sea como sea, y acabe como acabe, lo hecho hasta ahora por el catalán ya es digno de mención.

Tampoco nos olvidemos de los demás, tras el día de hoy, Contador vuelve a demostrar que es el más fuerte, Froome, que aunque parece que está llendo a menos, ahí está, y Alejandro, que si no hubiese perdido esos 55" el día de Valdezcaray sería él el que llevaría el rojo. Ninguno de ellos se rinde, por lo que sólo queda disfrutar de las dos semanas más intensas de ciclismo que tendremos hasta quien sabe cuando, con 4 ciclistas en menos de un minuto y hasta 4 etapas que serán el escenario perfecto para probarles a cada uno de ellos.

sábado, 25 de agosto de 2012

El pez que se muerde la cola.


En días como hoy, el aficionado al ciclismo no tiene más remedio que agachar la cabeza, son días de luto para nuestro deporte cada vez que una noticia de dopaje ciclista colapsa medios de comunicación, tanto deportivos como no deportivos, también hay que decir que es lamentable que únicamente estas noticias sean las que consigan poner al ciclismo en primera plana, pero ese es otro tema. Por desgracia, en los últimos años, estos días se repiten con demasiada frecuencia, son días que nos dejan claro que nuestro deporte estaba podrido, y solo nos queda la esperanza de que cada jornada como esta sirva para limpiarlo un poco más.

Lance Armstrong ha anunciado que va a dejar de luchar contra la USADA, que le viene acusando de dopaje en su carrera deportiva durante los últimos meses. A pesar de que la mayoría de los medios, anunciaron que Lance había sido desposeído de sus 7 Tours, la realidad no es esa, pues esto es decisión de la UCI, que aún no se ha pronunciado, aunque quizás el error de estos medios, mal informados, ha sido el culpable de que la noticia trascienda más de lo necesario y se comenzase (otra vez) un debate sobre el dopaje dentro de este deporte.

La noticia no debería sorprender a nadie que esté más o menos al tanto de la actualidad ciclista, Armstrong siempre ha sido sospechoso dentro del mundillo, y a pesar de tener el récord de más victorias en la carrera ciclista más importante del mundo, nunca ha gozado de la confianza completa del aficionado, además de que siempre ha parecido que contaba con demasiada confianza dentro de la UCI.
Pero aún así no es justo lo que el de Texas, y sobretodo el ciclismo en general está viviendo ahora, a 7 años de que ganase su último gran título. No seré yo quién defienda a Lance, pero de vez en cuando determinadas instituciones realizan actos que se salen fuera de toda lógica. Armstrong, aunque sospechoso, no ha dado a día de hoy, que sepamos, ningún positivo en un control antidoping, y ahí se debería acabar el debate, remover mierdas del pasado solo va a traer (más) problemas a este magnífico deporte.

Al parecer, esta foto carece de valor alguno.


Es un hecho, que hace años, el ciclismo estaba mucho más sucio que ahora, metido en pozo del que poco a poco está saliendo gracias a la dedicación de ciertas personas y la introducción de mejoras en los controles, que han permitido que cada día se de otro paso en la limpieza total . Tramposos los hay y los habrá siempre, pero si en vez de preocuparnos en erradicarlos insistimos en investigar el pasado seguiremos igual y nunca conseguiremos acabar con el problema. Si Armstrong fuese finalmente desposeído de sus Tours, miremos las clasificaciones, los ganadores serían ciclistas como Zulle, Ullrich, Basso o Beloki, todos ellos implicados, por unas o por otras, en casos de dopaje, lo dicho: el pez que se muerde la cola.

Sea como sea, el palo que recibe el ciclismo esta vez es, si cabe, más duro que otras veces, lo que era una leyenda del deporte para muchos aficionados, era también mentira. Por eso, si queremos que el ciclismo mantenga la confianza de patrocinadores, carreras, instituciones y sobre todo de los aficionados, habrá que mirar para delante, si queremos que el ciclismo siga vivo, habrá que dejar de remover el pasado, porque al parecer, es la única manera de salvarlo.

Alberto de Santos.

jueves, 23 de agosto de 2012

Purito se resarce en Jaca.



El día de hoy volvía a ser uno de esos días en los que ni la siesta es excusa para perderse el final, Javier Guillén se ha empeñado en que este año no tengamos mas de dos días de etapas tranquilas y tras el día de ayer, sereno, calmado, por las calles de Logroño, donde Degenkolb fue otra vez el primero en pasar la línea de meta, hoy la carrera llegaba ya a los siempre esperados Pirineos, y aunque hoy solo los tocaba de refilón en el camino a Jaca, el final se reservaba una complicación com era la subida al Fuerte de Rapitán, con pendientes de hasta el 14% que volverían a poner en jaque a los ciclistas y se desenmarcararían otra vez las fuerzas reales de los favoritos.

El día no tuvo prácticamente un respiro y se rodó siempre rápido y sobre todo con el calor sofocante que esta pegando duramente esta primera semana de competición , la escapada no sirvió para mucho mas hoy que para lucir patrocinadores, y en cuanto equipos como Saxo Bank incrementaron el ritmo en el penúltimo escollo del día, el Puerto del Oroel, la fuga se desintegró, manteniéndose un Thomas de Gendt que sería cazado en las primeras rampas del Rapitán.

Fue allí cuando Sky tomo la alternativa del grupo, y entre Urán y Porte hicieron una selección que mantendría delante a los cuatro de siempre, Valverde, Purito, Contador y Froome. En cuanto el ultimo gregario de Sky se apartó era turno de que Froome hiciese gala de su estado de forma, el keniata no deliveró demasiado y lanzo la ofensiva a 500m de meta, solo Purito pudo seguirle para mas tarde batirle en meta y conseguir la victoria que en Arrate la fortuna o la confianza no le quisieron dar. Valverde y para sorpresa, Contador, cedieron diez y veinte segundos en meta respectivamente, en efecto, no era puerto para el madrilenño, que tendrá que demostrar el Sábado si de verdad va tan 'super' como pareció demostrar en Eibar.

Por tanto Joaquim mas líder, Froome muestra sus credenciales y la vuelta que sigue ganando la emoción que no habíamos tenido este año opción de disfrutar, solo queda deleitarse con lo que parece que serán 2 semanas mas del mas puro ciclismo de calidad.

Alberto de Santos.

lunes, 20 de agosto de 2012

Enésima 'vuelta' al mismo debate


La etapa de hoy no estaba marcada como una etapa importante para la general, el día se planteaba relajado, las piernas, tocadas de la dureza que supone un puerto como Arrate al tercer día de competición descansarían y pedalearían con calma hasta llegar a Ezcaray, donde comenzaría el último puerto de la jornada, que aún así no sería un puerto con grandes complicaciones para los favoritos, el día parecía tranquilo, pero esto es una grande.

La Vuelta a España no tiene la tensión del Tour, ni tampoco los increíbles puertos de los Dolomitas de los que disfruta el Giro de Italia, pero si algo destacan los que han tenido la 'suerte' de participar es que no hay grande en la que se ruede tan rápido, las carreteras nacionales son anchas, cómodas; totalmente propicias para que el o los equipos que decidan llevar el timón del pelotón puedan campar a sus anchas a altísimas velocidades. Hasta aquí bien, el problema viene cuando a la carretera, a la velocidad, le añades un ingrediente nada confortale para ningún ciclista, el viento, en este caso de costado, ahí aparecen los temidos 'abanicos'.



El equipo Movistar bien lo sabe, ellos tiran tranquilamente cuando Sky decide imponer un punto más ritmo, ahí aparecen los nervios, los favoritos van bien colocados pero es inevitable, caída, montonera, el líder, involucrado. Los abanicos ya se han formado, hasta tres grupos de unos 50 corredores, Valverde consigue recortar distancias, pero en el pelotón no bajan el ritmo, los de la compañía telefónica no lo entienden, BMC tirando sin ningún interés aparente en la general, pero ahí están, Katusha también se une, y ya son tres los equipos que consiguen que Alejandro llegue a pie de puerto a unos 30 segundos, al comenzar la ascensión parece, que al final, incluso podrá alcanzarlos. Pero a el murciano le vuelve a fallar la suerte que nunca ha tenido, Alberto Contador lanza un ataque y el grupo se descompone, el líder tira la toalla, lo ve imposible, se le ve enfadado y sin ganas.

La etapa sigue por delante, Simon Clarke y Tony Martin se disputan el premio del día, que cae a manos del australiano, Contador y Froome intentan irse, pero la falta de entendimiento impide que su aventura llegue a algo, al final, no hay diferencias entre los favoritos, exceptuando al líder, a Valverde.

Alejandro llega a la línea de meta con mala cara, no es sufrimiento, no le han faltado fuerzas pero aún así pierde el liderato a manos de Joaquim Rodríguez. Las causas de su expresión las explica apenas cinco metros después de coronar Valdezcaray, en cuanto tiene un micrófono delante "No han tenido cojones, provocan la caída y no tienen cojones de parar". Se refiere al equipo Sky. La guerra ya ha comenzado.



A partir de ahí empieza el cruce de declaraciones, Movistar explica su postura, para ellos, Sky provocó la caída, lo que les obliga, moralmente, a parar y esperar al jersey rojo. Los británicos se limpian las manos, son cosas de carrera dicen, ellos han comenzado a tirar antes de formarse los abanicos y de que se produjese la montonera, de la que no se consideran culpables. Los otros favoritos, terceros en discordia mantienen distintas visiones, Purito, intentando no quedar mal con nadie, se coloca a favor del murciano, a pesar de que su equipo, colaboró y dio relevos después del incidente, Contador no quiere hablar, el madrileño solo esta centrado en llegar a Madrid de rojo.

Y sin comerlo ni beberlo estamos otra vez, ante el mismo debate de los últimos años En 2010 se esperó a Andy en el Tour, aunque claro, luego Alberto Contador se 'aprovechó' de su incidente con la cadena en Bales. Este mismo año, un "superdotado" se dedicó a tirar clavos en la subida al Mur de Peguere, Sky esperó a Cadel Evans, quien por cierto, no tenía ya prácticamente opciones en la general. El mismo equipo sin embargo, decide hoy no parar en una situación parecida. Entonces ¿Se para o no se para?

Es evidente que no hay ni habrá respuesta, según que circunstancias, las posturas de cada uno cambiarán, y el ciclismo no tiene un árbitro que dictamine que hay que hacer, y es eso precisamente otra de las cosas que le dan su encanto. El esperar o no dependerá en cada caso de un equipo o unos ciclistas distintos, y eso habrá que aceptarlo como un 'handicap' más a la hora de preparar una carrera, al igual que lo son una caída, un pinchazo o una salida de cadena. No es bonito que en un deporte que siempre ha destilado honestidad y compañerismo sin importar de que equipo vestías esté ahora sufriendo peleas internas por estos episodios, cuanto menos, absurdos.
Personalmente, me parece que moralmente, Valverde tendría que haber sido esperado si es verdad que como dicen varios involucrados, Sky provocó (sin intención) la caída, pero los de Unzúe deberán aceptar que no han tenido suerte, que no depende de ellos, y que los británicos están en su derecho de no haber parado. Tendrán que reponerse y volver a intentar estar arriba con el murciano, que, al parecer y por suerte para ellos, está en un gran estado de forma y con fuerzas para, si todo sale bien, aguantar con los grandes.

La Vuelta, sin embargo, se beneficiará de este incidente, y durante los siguientes días habrá interés en ver como actúan los dos equipos y si la sangre, que no parece, llega al río. De momento mañana si que será, esperemos, un día tranquilo a través de un recorrido por un circuito sobre Logroño, y no será hasta el Jueves cuando volvamos a tener espectáculo con los de arriba. Pese a todo, esto no para.

Alberto de Santos.




Comienza el espectáculo


Si de algo sirven los quizás excesivos finales en alto de esta edición de la Vuelta es para dar espectáculo, dicen que no abrirán diferencias, que serán solo explosividad y no aparecerá el agotamiento, pero de momento hoy hemos podido disfrutar de una etapa más intensa que las que recordamos haber visto en Giro y Tour este año, y lo mejor? Que sólo vamos por la tercera...

Llegaba el tercer día de Vuelta, el primero importante decían, y es que al final de los 158 kilómetros del día esperaba un "santuario" del ciclismo vasco y español, Arrate. Mítico de la Vuelta al País Vasco aunque inédito en la grande española sería el primer final en alto de este año, para vigilarse y para desenmascarar la forma de los favoritos. No fue para menos, las cartas ya están sobre la mesa, sorpresas tenemos muy pocas, los Contador, Purito, Valverde o Froome fueron superiores a los demás mientras que Igor Antón supo manejar bien la distancia y no perder demasiado en meta. Cualquier supuesto favorito queda ya prácticamente descartado, y no precisamente por el tiempo perdido, sino porque con la tralla que parece que meterán los de delante, poco podrán hacer si el primer día no han aguantado.

El día comenzó tranquilo, ningún equipo quiere llevar la alternativa con tan pocos días de competición a la espalda, y el equipo del líder tuvo que trabajar sin ayudas. La escapada del día no llegó a sobrepasar los 4 minutos de ventaja, y pese a llevar en sus filas a corredores como Gilbert no llegaría a buen puerto, al ser cazados antes de iniciar la última ascensión de la jornada. Ya aproximando al puerto, los Sky, Katusha o Saxo Bank decidieron dar la cara para incrementar el ritmo, pero al poco de que la carretera se empinase pocos gregarios aguantaron al lado de sus líderes y los favoritos se quedaron "solos" ante el peligro. Un fuerte ataque de Valverde rompió por primera vez el grupo, que se iba volvía a rehacer pese a los continuos 'palos' de Alberto Contador, pero en uno de los últimos ataques del madrileño, por fín el grupo de los cuatro mejores consiguió irse solo hacia meta.


El vencedor de la etapa tuvo que esperar más de lo previsto en conocer su logro, hizo falta la "fotofinish" para averiguar si había sido Purito Rodriguez o su antiguo líder, Valverde, el que había pasado en primera posición. Al final, para decepción y enojo del de Katusha, el murciano fue el ganador de la etapa tras un sprint que Joaquim tenía ganado y que solo un exceso de confianza le pudo arrebatar, "Hasta el rabo, todo es toro", que dicen. Pese a todo, el catalán, dejando (otra vez) claro el tipo de persona y ciclista que es, no busco excusas, reconociendo su error nada más acabar la etapa. 

El de Movistar se coloca además líder de la ronda, con expectativas de mantenerlo "lo máximo posible" , pero a sabiendas que será complicado revalidar su título de 2009. En condiciones normales Alejandro tendría ahora mismo muchas posibilidades en el triunfo final, pero lo ocurrido hoy hace prever que en cuanto llegue la verdadera montaña, la balanza se desequilibrara, y el favorecido será, probablemente Alberto Contador. El pinteño volvió a sentirse grande tras un año sin correr, no se escondió, pese a que probablemente le falta aún ritmo de competición, volvió a deleitarnos con numerosos ataques tratando de descolgar a sus rivales. Esta vez no pudo, lo que demuestra que no será moco de pavo ganar su segunda Vuelta, pero es inevitable pensar, que si el puerto hubiese sido más largo y más duro, el de Saxo Bank se habría ido en solitario hacia arriba. Sea como sea, que lo veremos en estas tres semanas, lo que el madrileño sigue haciendo por este deporte no se puede expresar con palabras, el le da vida a las carreras, otra vez, Gracias Alberto.

Y así nos plantamos mañana en el cuarto día de rodaje, otra vez, volverá la montaña, otra vez volverá a ser suave, y seguramente, otra vez haya pocas diferencias,  pero también, otra vez volveremos a disfrutar como hoy.

Alberto de Santos.


viernes, 17 de agosto de 2012

Vuelta a España: ¿y este año qué?


Hemos pasado ya (o deberíamos haberlo echo) la resaca olímpica, los Juegos de Londres quedan ya igual de lejos, metafóricamente hablando, que los de Río que se disputarán en 4 años. Pero no podemos tener sensación de vacío, ni dos días pasaron desde que se apagó el plebetero en Stratford hasta que tuvimos otra vez deporte de calidad , sobre todo para los amantes del ciclismo, que disfrutamos con la 'Klasika', una de las pruebas de un día más importantes del año. No era en sus fechas ni tuvo la mejor participación de su historia, pero siempre da gusto con esa carrera, la afición vasca nunca defrauda. La 'txapela' se la llevó Luisle, que tras hacerlo en 2010 volvió a levantar los brazos en las calles de San Sebastián, el murciano, que tras el fiasco de no poder rematar en la última semana de Tour y, sobre todo, el maleficio que pareció caer sobre el en Londres, pudo resarcirse con una victoria que deja inmaculada su temporada.

Pero este año había algo más, precisamente por culpa de los Juegos que obligó a atrasarla, la 'klasika' era un previo muy interesante para ver en que forma llegaban los ciclistas a la última grande del año, que empieza solo 4 días después. Cada año, la Vuelta llega con la temporada dando sus últimos coletazos y con la sensación de que poco más puede darnos. Pero este año parece distinto. Por tanto, ¿Qué puede ofrecernos La Vuelta este año?

Si hablásemos de la temporada ciclista como si se tratase de una cosecha no podríamos decir que esté siendo un buen año. Con unas clásicas de las Árdenas un tanto descafeinadas, un Giro sin demasiado movimiento ni grandes favoritos y un Tour dominado completamente por una misma escuadra, las exhibiciones de Sagan o Boonen son , sin desmerecer trabajos y esfuerzos de los demás, de lo poco rescatable. Los dos supuestos ciclistas del momento han estado desaparecidos, uno, Andy, no ha tenido ni demasiada suerte ni demasiado acierto a la hora de programar su calendario (que por otra parte empieza a ser habitual), el otro, Contador, vuelve en esta Vuelta tras una sanción de la que ya, por el bien del ciclismo, hay que dejar de hablar.

Alberto es la máxima novedad de la Vuelta.

Precisamente ese, Alberto Contador, es uno de los principales puntos de inflexión de la Vuelta a España, desde que se supiese la fecha de su regreso, muchos le señalaron como favorito indiscutible a la victoria, y solo cabe ver como gestiona el pinteño la falta de ritmo de competición los primeros días. La otra duda será ver quienes son sus rivales; en la presentación de la ronda, hoy en Pamplona, todo periodista repetía lo mismo cuando se les preguntaba: "Contador y Froome", más claro, agua. El del Sky llega como una de las grandes revelaciones, tras su gran Tour y su bronce bajo el crono en Londres llega como líder de un equipazo a la tercera grande del año, pero no conviene olvidar que el "keniata" no se ha visto en esta situación antes, nunca fue líder de equipo en una grande, y habrá que ver como maneja la presión que ello conlleva.

Froome ya sabe lo que es ir de rojo.

Purito: ¿Y por qué no?
Detrás de ellos, Igor Antón, eterno favorito, se enfrenta a sus demonios en una vuelta que nunca consigue acabar como el quiere, este año, vistos sus rivales, viene más de tapado, lo que incluso le puede venir bien al de Euskaltel.  "Joaquim Rodríguez no vale para grandes vueltas", o eso decíamos antes del Giro, pero visto lo visto, 'Purito' se ha ganado que se le incluya como claro favorito, la contrarreloj individual se basa en unos únicos 40km en Ponferrada que, aún así, parecen demasiados para el de Katusha, que pese a todo, seguro que no llega a Madrid de vacío. Alejandro Valverde y Juanjo Cobo son las bazas de Movistar, el murciano asegura que no viene a por la general y que trabajará para el cántabro, defensor de un título que se antoja muy difícil de revalidar. Van den Broeck, Geskink y Mollema son otros de los grandes nombres que se han apuntado a esta edición de la Vuelta, el del Lotto ya demostró su capacidad en el Tour, los de Rabobank, por otro lado, vienen a resarcirse del estrepitoso fracaso que supuso la ronda gala para ellos.


La Bola del Mundo volverá a ser clave.
Se suele decir que en una vuelta de 3 semanas, el 50% son los ciclistas y por el otro lado está el recorrido. En este caso la Vuelta ha preparado este año un paso casi exclusivo por las regiones del norte de España, durante 21 etapas, partiendo desde Pamplona a Madrid, con una crono por equipos y otra individual. Pero el problema de nuestra vuelta sigue siendo el mismo, que dónde no hay no se puede coger. Podrán poner muchos finales en alto y asfaltar todas las pistas forestales que quieran, pero nunca se podrá conseguir que el ciclista llegue al final del día con el trajín que llevan en Tour o Giro tras pasar por 3 o 4 puertos de categoría especial, y ese agotamiento físico es el que se echa en falta en España. En su línea de los últimos años, se abusa de los finales con repechos de menos de 3 km con grandes porcentajes, suprimiendo casi totalmente los sprints llanos, en cuanto a etapas de alta montaña, este año no se pasará por el Angliru, pero lo sustituyen la subida al Cuitu Negru o la Bola del Mundo, que consiste en el alargamiento de los puertos de Pajares y Navacerrada, con altísimos porcentajes que probablemente no valgan para ampliar tantas diferencias como si lo hacen puertos alpinos de 20 o 30 kilómetros. Otro final destacado es la vuelta a Los lagos de Covadonga, personalmente, la etapa más bonita de esta edición, un puerto largo que si servirá para desenmascarar la forma de los corredores. La penúltima etapa, con el final comentado de la Bola del Mundo también merece la pena señalarla, pues se sumarán unos 4000m de desnivel pasando por prácticamente todos los puertos míticos de la Comunidad de Madrid.
Pese a todo, este año Javier Guillén y los suyos lo han intentado y han conseguido proporcionar los ingredientes para tener un buen espectáculo, ahora es el turno de que ellos, los ciclistas, los aprovechen.

Pero si olvidamos las contras nos queda un pro más grande que todas ellas, 3 semanas más de ciclismo, por las carreteras de nuestro país, con la vuelta de uno de los más grandes ciclistas de la última década y la posibilidad de alargar este verano deportivo con la última gran cita ciclista del año.

Alberto de Santos.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Wiggo, again.



El campeón del Tour volvió a dar muestras de su estado de forma culminando su temporada con el oro olímpico en contrarreloj. Como ya nos tiene acostumbrados, Bradley no tuvo rival, ni Tony Martin, campeón del mundo, ni su compañero Froome se acercaron a su registro. Cancellara demostró no estar recuperado de su lesión pero fue un ejemplo de superación durante la prueba. Luisle estuvo maldito desde el principio pero la actuación española la equilibró Jonathan Castroviejo al terminar en un increíble 9º puesto.

No es que estemos obsesionados con Wiggins, el británico se ha convertido en el protagonista habitual de las últimas entradas, pero el solito se lo ha ganado. Desde principio de año Wiggo se marcó un objetivo, preparación para ganar el Tour corriendo Niza, Romandía y Dauphine, ganar el Tour y picar medalla en los Juegos Olímpicos de la ciudad donde creció. Ha sido infalible.



Antes del Tour se podía pensar que el británico estaba en la crono un escalón por debajo de los grandes dominadores, Fabian Cancellara y Tony Martin, pero viendo lo que vimos en el Tour, sumado a la lesión de Cancellara y la caída de Martin en el Tour, hoy Wiggins salía con la presión de ser el máximo favorito sobre sus hombros. Pero como si el peso de esa presión fuese negativo y le diese más aerodinámica sobre su cabra, el del Sky volvió a volar en Londres, sereno y como si los nervios no fuesen con el, Wiggo rodó más rápido que ninguno delante de su público que le dio, si cabe, un plus de energía.

Detrás de el quedó Tony Martin, la plata se antoja muy meritoria para el alemán, que hace menos de un mes sufría una fractura de escafoides en las primeras etapas del Tour de Francia, lesión de la que el campeón del mundo ha sabido recuperarse para marcar un tiempo, que, aunque lejos del oro, es espectacular. El último metal se quedó en casa también, el otro inglés de la prueba, Chris Froome, que tras marcarse un increíble Tour de Francia alargó su pico de forma para llevarse el bronce y asustar a sus posibles rivales en la Vuelta a España.



Fabian Cancellara fue la gran decepción del día, el suizo no llegaba del recuperado de su caída en la prueba en línea del Sábado y sufrió para mantenerse a buen ritmo durante toda la prueba, pese a todo, volvió a demostrar que es un ciclista de otra pasta, uno de los grandes, al saber sufrir y cuajar un meritorio 7º puesto viendo las complicaciones con las que contaba.

La participación española, con Luis León al mando, nos invitaba a soñar con la posibilidad de una medalla si el murciano mantenía la forma que demostró en la última semana de Tour, pero, como si un tuerto hubiese mirado a los españoles en estos Juegos, nada más bajar la rampa vimos que algo iba mal, la cadena de la bici del campeón de España se partió y quitó cualquier esperanza al equipo español, por si fuese poco, un pinchazo hacia mitad del recorrido volvió a destrozar moralmente a Luisle, que se vuelve a España con las manos vacías y quizás el arrepentimiento de no haber dado más en la prueba en línea. La nota positiva la dio el jóven del Movistar, Jonathan Castroviejo, que antes de que llegasen todos los 'capos' fue marcando los mejores tiempos, a pesar de salir en clara desventaja de tiempo. Al final, se lleva un increíble noveno puesto.

Acabados los Juegos en cuanto a ciclismo en ruta se refiere, toca ya olvidarse de la bici por un tiempo para algunos ciclistas y ponerse a preparar la Vuelta para otros.



martes, 31 de julio de 2012

Bradley Wiggins, rock sobre la bicicleta.


El pasado 27 de Junio dió la campanada inicial a la ceremonia de apertura de los JJOO de Londres, unos días antes subía a lo más alto del podium del Tour de Francia, Wiggo ya es toda una estrella, pero detrás de su éxito no todo ha sido un camino de rosas.

Bradley Marc Wiggins nació el 28 de Abril de 1980 en Gante, Bélgica, donde su padre, Gary Wiggins, también ciclista de pista, disputaba varias pruebas. Pronto se mudó a Londres con su madre tras una repentina separación de sus padres, fue en Gran Bretaña donde creció y fue educado bajo el estricto sistema educativo británico. 
Bradley pasó una niñez solitaria, pero siempre acompañado de su bicicleta y el ciclismo, del que comenzó a obsesionarse a los 10 años, le encantaba el individualismo que destilaba este deporte, pero además le encantaba el boxeo y el rugby, aficiones que tomó de su abuelo, uno de sus máximos referentes masculinos. Fuera del deporte, Brad comenzó a salir con bandas mod y rasta del barrio de Candem, con los que compartía otra de sus pasiones, la música; desde que su tío le enseñó a The Kinks, Wiggins no ha parado de coleccionar discos de sus artistas favoritos desde The Who hasta Paul Weller pasando por The Smiths. La de coleccionista es otra de las facetas de Bradley, que tiene en su haber más de 30 guitarras y otras tantas motos Vespa y Lambretta, iconos 'mod' por excelencia.



Su carrera como ciclista de ruta comezó en 2001, en el Linda McCartney, conjunto que duró apenas un mes, a partir de 2002 empezó su periplo por equipos franceses, de Française de Jeux pasó a Credit Agricole en 2004, para en 2006 fichar por Cofidis. Su trayectoria en ruta siempre se vió estancada, aunque en el pelotón ya era alguien conocido por su extravagancia y su peculiar sentido del humor, no cosecho prácticamente éxitos, quizás debido a vagueza de la que algunos de sus directores le acusaban. Mientras su carrera en la carretera avanzaba peor de lo deseado, en pista, Wiggo ya era todo un campeón; en Sidney 2000 consiguió su primera medalla olímpica, un bronce por equipos, ya en Atenas 2004 ganó su primer oro en Persecución además de una plata y un bronce, fue en Pekín, siendo campeón del mundo, donde consiguió su máximo éxito, añadiendo otros dos oros a su palmarés.



Sin embargo, la pista no le daba el suficiente dinero para llevar la vida que cabe esperar de un campeón olímpico, a pesar de comprarse una granja en Ecclestone (entre Liverpool y Manchester) para vivir con su mujer Catherine (casados en 2004) y sus dos hijos, Wiggo comezó a tener serios problemas con el alcohol, llegando a considerarse un auténtico alcohólico, al igual que lo fue su padre. Fue a partir de su éxito en Pekín cuando Brad se replanteó su vida y se marcó un nuevo objetivo, ganar el Tour de Francia.

El reto se antojaba muy complicado, pero Wiggins perdió más de 10 kilos y comenzó a subir mejor, en 2009, ya en el Garmin-Slipstream presentó sus credenciales, quedando a un paso del podio (4º) tras demostrar un gran aguante en la montaña y un buen rendimiento en contrarreloj. Ese año, en una fiesta de celebración del Tour, Cadel Evans se le acercó y le dijo "Eh, Brad, todos piensas que te dopas pero yo confío en tí, Enhorabuena", Wiggo quedó muy sorprendido y dolido, desde ahí hace públicos todos sus análisis y se muestra ofendido cuando le preguntan por el dopaje, llegando a escribir una carta abierta explicando porque no se dopa. (Puedes leerla aquí, en inglés)
Sin embargo, tras fichar por Sky y llegar como líder de equipo en 2010, su puesto final, el vigésimo cuarto fue una gran decepción que sumado a su caída y abandono en la ronda de 2011 nos llevaba a pensar que lo de 2009 fue producto de la casualidad. Nada más lejos de la realidad, tras un año repleto de entrenamientos en Tenerife acumulando metros de ascenso y un meticuloso calendario (ganando todo lo que disputó) Brad se presentaba en la salida del Tour como el máximo favorito y un "súperequipo" a su espalda, esta vez no falló y el chaval que deambulaba a la última moda 'mod' en los 80 por Londres se convertía en el primer inglés en ganar un Tour de Francia.

No ha sido una vida demasiado fácil para Bradley Wiggins, un personaje algo curioso en el mundo del ciclismo y un campeón del Tour con todas las de la ley.



Alberto de Santos.

lunes, 23 de julio de 2012

El 'nueve' del Tour 2012



El Tour en sí ha acabado, los carrera no se pondrá en marcha hasta el Julio de 2013, es hora por tanto de analizar lo ocurrido durante estas tres semanas. La 'Grande Boucle' reúne cada año a los mejores ciclistas del pelotón, algunos llegaban ya consagrados, otros como jóvenes promesas, y de unos pocos, no se esperaba mucho o nada, sin embargo, han deleitado al espectador dándose a conocer en este gran escaparate que supone el Tour de Francia. Nosotros hemos confeccionado nuestro equipo ideal, con nueve corredores que pensamos, han sido los mejores de esta edición.



Bradley Wiggins
Como no podía ser de otra manera, el ganador de este Tour sería el líder de nuestro equipo, el británico ha demostrado que sabe aguantar la presión como pocos y a pesar de partir desde el principio como máximo favorito, 'Wiggo' no ha fallado y a escrito su nombre en la historia del Tour como el primer inglés en lograr la victoria. Hace unos años Bradley Wiggins decidió adelgazar y entrenarse para subir mejor en montaña, tras un 4º puesto en 2009 y un podium en la Vuelta 2011, este era su año, con una metódica preparación ganó todo lo que compitió (Niza, Romandía, Dauphine) y ahora consigue su sueño, ganar el Tour de Francia. Su triunfo supone la culminación del trabajo de una generación que ha sabido cambiar las bases del ciclismo en Gran Bretaña, que cuenta ahora con el actual campeón del mundo, el campeón del Tour de Francia y el que probablemente sea el equipo más fuerte del pelotón.


Christopher Froome

Si Wiggins ha conseguido este Tour, gran parte de ello se lo debe a su equipo, el Sky, una formación impecable en organización que ha sabido juntar a los mejores gregarios para su líder. Si hay que elegir a un gregario, no cabe duda que Chris Froome ha sido el que más ha ayudado a Wiggo. De origen keniata, formado como ciclista en Sudáfrica, Froome explotó como ciclista tarde, el año pasado, con 26 años estuvo a punto de ganar la Vuelta a España, esta temporada, ya más marcado de cerca, ha sorprendido consiguiendo un increíble segundo puesto en el Tour. Hay quien dice que si le hubiesen dejado, habría ganado la carrera, eso nunca lo sabremos, lo que queda claro es que tras estas semanas, Froome se va con una etapa, un podio y sobre todo un caché que hará que a partir de ahora, allá donde corra, sea uno de los favoritos.


Peter Sagan
Tampoco podemos decir que Sagan necesitaba confirmarse en el Tour, con lo echo durante los tres últimos años, con dos victorias en Paris-Niza, seis en la Vuelta a Suiza, ocho en el Tour de California o tres en la Vuelta a España, por mucho que el eslovaco no hubiese ganado etapa alguna en este Tour, iba a seguir siendo la máxima promesa del ciclismo actual. Pero no le valía, Peter Sagan, con únicamente 22 años, no se conformó con el papel de promesa y quería ser una máxima referencia actual, lo ha conseguido. No solo se va con tres triunfos increíbles que muchos tardan una carrera en conseguir, ni tampoco es solo el maillot de la regularidad que gana sin oposición en su debut en la ronda francesa, Sagan es mucho más que eso,  sin tampoco exigirse demasiado, ha conseguido quedar en la general por encima de gente que, supuestamente, tiene mejores cualidades, el eslovaco del Liquigas trabajó para Nibali cuando se le pidió, y se metió en varias escapadas las cuales, ya vigilado de cerca, no pudo rematar con victoria. Ayer le preguntaban que si ganaría el Tour de Francia algún día, su respuesta dejaba abierta la posibilidad, no podemos poner límites a este ciclista, porque, al parecer, no los tiene. ¿Ganará una gran vuelta?, como el mismo dijo: "Ya veremos".


Tejay van Garderen
A nadie le sorprendió que tras la primera semana, van Garderen estuviese como mejor jóven y en una gran posición en la clasificación general, estamos acostumbrados a que el americano diese buen rendimiento en los primeros días y luego se desinflase. Los que le seguíamos de cerca ya hace un par de años, empezábamos a desconfiar en él para las grandes vueltas, sin embargo, el de Tacoma, ha sabido sorprender y aguantar arriba durante todo el Tour. A pesar de no llegar como líder de equipo y en ocasiones perjudicado por tener que ayudar a Cadel Evans, van Garderen llegó a París vistiendo el maillot blanco de los jóvenes y con un increíble quinto puesto en la clasificación general. Sus grandes cualidades en la montaña y sobretodo, el ser de los mejores de la contrarreloj hacen que vuelva a ganar papeletas para en el futuro, quien sabe, ganar una gran vuelta. 



Thibaut Pinot
Thibaut Pinot llegaba al Tour de rebote, no tenía pensado participar a principio de temporada, para su director de equipo, Marc Madiot, Pinot era un juguete en el que tenía muchas expectativas y sabía bien que si corría el Tour de Francia tan pronto, corría el riesgo de romperse. Determinadas lesiones dentro de la Française de Jeux obligaron a que la máxima promesa del ciclismo debutase más pronto de lo pensado en la carrera más mítica de la historia. Podría haber corrido tranquilo, atento en el pelotón y cogiendo kilómetros a la par que experiencia pero sin arriesgar, pero ni se lo planteó, durante la primera semana ya se metió en sus primeras escapadas, sin embargo, fue en la 8ª etapa, ya entrada la segunda semana de competición, cuando el jóven Thibaut consiguió doctorarse en esto del ciclismo, su victoria en Porrentruy es uno de los momentos más bonitos de este Tour de Francia, las imágenes de Madiot exultante desde el coche, confirmando que no se había equivocado pusieron los pelos de punta a más de uno. Pinot no se conformó tampoco con la etapa, durante la última semana dio varias exhibiciones aguantando con los mejores, incluso en Peyreagudes fue el único que aguantó con Froome y Wiggins, consiguiendo un décimo puesto que da a los franceses un motivo por los que ilusionarse con su futuro en el ciclismo.

Thomas Voeckler
Hacía mucho que Francia no cosechaba tantos éxitos en su carrera, además de Pinot, la victoria de Pierrick Fedrigo en Pau o la gran general de Pierre Rolland sumada a su victoria en la Toussuire conforman un palmarés de lujo para nuestros vecinos del norte. Pero si alguien destaca entre los ciclistas franceses por encima de todos, ese es Thomas Voeckler, el de Europcar llegaba al Tour con el listón muy alto, el año pasado estuvo 11 días de líder y acabó 4º en la general, además, problemas de rodilla le habían impedido llegar en plenas condiciones a la carrera. Pero Voeckler ha sabido superar cualquier aspecto negativo que se le pusiese por delante y tras el primer día de descanso remató una jornada entera escapado con grandes 'capos' como Luisle o Voigt consiguiendo la que era su tercera etapa en el Tour, pero mejor lo había reservado para la etapa reina; en los Pirineos, Thomas dio una exhibición al coronar Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde en cabeza para llegar solo a Bagneres de Luchon y levantar los brazos por cuarta vez en su vida en la ronda gala. Además, como extra, se lleva algo tan mítico como el maillot de puntos que le acredita como mejor escalador del Tour. Levanta odios y pasiones por donde pasa, pero lo que no cabe duda, al margen de como nos caiga, es que Voeckler es uno de los grandes ciclistas de la actualidad, en este Tour, lo ha vuelto a demostrar.

Vincenzo Nibali
Nibali rechazó este año su calendario de Giro-Vuelta para intentar, asaltar el Tour de Francia. Su preparación fue exquisita, sabía que ganar el Tour este año era, si cabía, más difícil que otras ediciones, Vincenzo anda bien en contrarreloj pero su rendimiento no se podía comparar al de Wiggins o Evans, y en montaña, donde quizás si que supera al británico, se antojaba complicado ganarle lo perdido en crono dado la falta de grandes cumbres en el recorrido de este año. Por si fuera poco, el rendimiento de Wiggins fue increíble y poco pudo hacer el Liquigas para contrarrestar el gran trabajo de los Sky. Sin embargo no hay que quitarle méritos al italiano, el 'Tiburón' fue el que movió la carrera siempre que pudo y como marca la clasificación general, después de los del Sky, inalcanzables, Nibali fue el mejor de los demás. Un podio que añade a su victoria en la Vuelta 2010 y el 3er y 2º puesto en los Giros de 2010 y 2011 respectivamente, conformando un palmarés envidiable para un ciclista que, aunque casi siempre con un corredor más fuerte que el, será durante los próximos años favorito en todas las grandes vueltas que dispute.


Chris Anker Sorensen 
El Tour de Francia decidió darle el premio del 'Supercombativo' del Tour de Francia al danés del Saxo Bank, el equipo de Bjarne Riis lleva un año aciago, la sanción de Contador no les ha permitido brillar en ningún momento, sin embargo, llegaron al Tour con un nuevo patrocinador, Tinkoff, que además de teñir de amarillo el maillot , dio nuevos ánimos al equipo y desde la primera semana con corredores como Michael Morkov se dejaron ver. Pero si hay que destacar a alguien dentro del conjunto danés ese es Chris Anker Sorensen, eterno segundón en las etapas, siempre luchando como nadie en las escapadas pero sin tener la posibilidad de culminar ninguna, así ha sido su Tour, por si fuera poco, en su última "aventura", mientras iba en su enésima escapada, un periódico se enganchó entre los radios de su rueda delantera, temerario como cualquier tipo del pelotón, intentó sacarlo de ahí para poder rodar con comodidad, la mala suerte se volvió a cebar con él y uno de los radios le "rebanó" parte de sus dedos, tanto que tuvo que ser operado esa misma noche. Pero el incidente del dedo tampoco pudo con el, al día siguiente volvió a tomar la salida y acabó el Tour de Francia en un fantástico 14º puesto. También ciclistas sufridores se necesitan en los equipos.

Mark Cavendish 
No ha sido su mejor Tour, ni de lejos ha tenido el mismo protagonismo que otras temporadas, el campeón del mundo volvía a su carrera fetiche con menos expectativas que en otras ocasiones. El equipo por primera vez no estaba configurado para él, no tendría trenos y tendría que buscarse la vida el solo, sin embargo, en el primer sprint del Tour ya mojó, el solito se abrió camino. Tendrían que pasar casi 3 semanas para que Cav volviese a levantar los brazos, el día antes de la crono volvería a hacer un sprint espectacular y en París, otra vez, se hizo con su tercera victoria. Otras veces Mark Cavendish se iba del Tour con el maillot verde y 5 o 6 etapas, sin embargo, esta vez, aunque solo se lleva tres victorias, el inglés ha demostrado mucho más. Demuestra que sabe anteponer sus logros a un bien colectivo como era ganar el Tour y sobretodo, demuestra, que aunque sin ayuda, lo ha vuelto a hacer, ha batido a todos en su terreno, confirmando que en una volata, no hay quien le gane.