lunes, 31 de diciembre de 2012

Por un 2013 sobre pedales.


El blog ha estado abandonado los últimos meses. Podría decir que con el final de temporada no ha habido noticias que contar, pero mentiría. A pesar del parón oficial, desde el caso Armstrong hasta fichajes estelares, el ciclismo no se ha detenido en ningún momento. Aunque más bien fueron malas, las noticias sobre nuestro deporte ocuparon incluso primeras planas desde que el Tour de Beijing dio punto final a este 2012.

Ahora, a pocas horas de finalizar el año que supuestamente acabaría con nuestra existencia, los especiales que recorren el año acaparan todo medio escrito o audiovisual y, por supuesto, el ciclismo no se queda atrás.

No es mi intención analizar el año ciclista, al menos no de forma demasiado extensa, de eso se encargarán otros, y, si estáis aquí, no necesitáis análisis alguno. Todos nos emocionamos con la vuelta de Valverde en Australia, adoramos a Boonen en Roubaix y suspiramos de alivio cuando Joaquim Rodriguez por fin conseguía su primera en las Ardenas, fue el mismo Purito el que hizo que el Giro ganase una emoción que, para ser francos, la carrera no nos proporcionó este año.
Todos nosotros esperamos ansiosos Julio, porque el Tour, sea como sea, y sea con quién sea, siempre será el Tour. Allí vimos a un inglés por primera vez llegar de amarillo a París, dominando una carrera que esperemos vuelva a ganar su esencia en próximas ediciones. Wiggo repitió triunfo en casa, era año olímpico, y en Londres, cerca de las calles en las que paseo con sus pandillas mod, ganó una medalla de oro en la contrarreloj de la misma manera que había echo durante toda la temporada, arrasando. El oro de ruta fue para otro grande,  este no volverá a dar pedales de forma profesional, y le echaremos de menos, en este 2012 volviste a ser protagonista Vino.
Quien nos iba a decir que sería nuestra Vuelta la que llenase el vacío que nos dejaron las otras grandes. No estaba en el guión, pero un madrileño, un catalán y un murciano, sin que suene a chiste, se empeñaron en dejarnos sin siesta, también, en Septiembre.  Con una de las mejores etapas de la última década, el rojo se lo llevo Alberto, aunque el bien sabe que parte de su triunfo se fue para sus dos compatriotas.
Quizás la imagen final del año estaba destinada a ser para Purito y su mágico triunfo en Lombardia, pero con este deporte nunca se sabe. La temporada nos dejó con otro palo para el ciclismo, y ya son muchos. Esta vez el protagonista era el ganador de 7 Tours y por tanto, la herida que deja será difícil de cicatrizar.

Recordar las muchas imágenes que nos ha dejado el año siempre será bonito, pero siendo sinceros, han sido más de 3 meses sin ciclismo, una "eternidad" que pondrá punto final en pocas semanas, y allí intentaremos estar para contarlo.

Por eso, cuando brindemos esta noche, entre los deseos de salud y bienestar, dejaremos un pequeño hueco para que el deporte más bonito del mundo nos vuelva a levantar del sofá dando brincos, para que las noticias que lo ensucien sean las mínimas y para que volvamos a disfrutar como niños de esto de las bicicletas.

Alberto de Santos.