El actuar tarde y mal.

¿Por dónde empezar? Hoy es difícil, se vienen a la cabeza muchos pensamientos y es difícil plasmarlos y ordenarlos todos aquí sin que nada se quede en el tintero. No voy a ser yo ni este blog el que le de la noticia, ustedes ya lo saben. Sí, Alberto Contador ha sido finalmente sancionado dos años sin correr (contando desde Agosto de 2010) y la consiguiente penalización económica.

El TAS, proclama que el resultado conseguido por el ciclista se debía con mayor probabilidad a un "suplemento alimenticio contaminado" más que a una carne contaminado, como argumentaba el de Pinto, también se considera posible una transfusión sanguínea. Señalan que España no es conocida por ser un país con vacuno contaminado. Esas son todas sus razones, con lo que reconocen que no está probado el dopaje.

¿Qué decir? No es justo, por supuesto que no lo es, pero no basta con eso, la injusticia del caso roza la frontera de lo deportivo para pasar a la judicial. La sanción supondrá a Alberto la pérdida de numerosos éxitos conseguidos todos en la carretera y de los que solo una etapa se pone en duda tras cientos de controles anti-doping, un Tour, un Giro y una Volta a Catalunya entre otras son las pérdidas que sufrirá su palmarés, pero no su imagen, que ha conseguido lavar a conciencia esta temporada. A parte, la sanción económica se eleva hasta el 70% del sueldo de dos años, casi nada. 

Titulaba hoy Álvaro Roca un artículo en la edición digital de 'Marca' como "Que se acabe la mentira del TAS", simplemente, resume todo. ¿De verdad nos tenemos que seguir creyendo que el TAS es el máximo organismo deportivo? Voy más allá, ¿De verdad es un organismo competente? 565 días para tomar una decisión y van a lo fácil, a lo seguro, a lo que se podía haber decidido nada más conocer el caso. ¿De que ha servido analizar el caso, el gasto de la defensa en demostrar la inocencia o el sufrimiento del ciclista? Absolutamente de nada, sin ni una sola prueba Alberto Contador tiene que aguantar la misma sanción que recibieron en su día Ricardo Riccò, Floyd Landis o Tyler Hamilton. Irrisorio.

Por no hablar también de la total desacreditación a un organismo como la RFEC, a la que, tras encargarle la resolución del caso, la UCI ha dejado con los pantalones bajados. Seguramente el caso se ha desarrollado exactamente como la UCI quería, los que se hacen llamar "los defensores del ciclismo" han conseguido durante estos 18 meses una fantástica publicidad que parecían necesitar y que alcanza su máximo ahora, cuando McQuaid y su séquito, chupacámaras por excelencia, nos acompañarán con sus divertidas declaraciones durante el tiempo que tarde en calmarse el asunto. La primera perla no se ha echo esperar, "No es una victoria para la UCI, es un día muy triste", lo dicho, festival del humor. 

Pero no todas las declaraciones iban a ser tan graciosas, las reacciones, que no se han echo esperar demasiado, se han caracterizado por ser muy duras y con un apoyo común masivo para el ciclista español. Óscar Pereiro, de los primeros en hablar, ha explotado mediante su twitter, descalificando agresivamente a la UCI y tachándoles de enriquecerse con el esfuerzo de los propios ciclistas. A destacar también declaraciones de Andy Schleck y Michelle Scarponi, consiguientes ganadores de Tour '10 y Giro '11, respectivamente, tras la sanción, los coinciden en una cosa, no les vale un triunfo así y no están felices. Da que pensar.

Poco más se puede decir, queda lo de siempre, Alberto Contador, posiblemente mejor ciclista español de la historia ha tenido que esperar temporada y media para la resolución de su caso, han sido muy lentos y totalmente erróneos. Solo queda esperar que todo esto sirva, al menos, para que las cosas se replanteen y la UCI se reforme, no hay gestor peor para este deporte. 

Contador volverá en Agosto, y lo hará ganando, como, aunque a muchos les escueza, siempre ha echo.

Alberto de Santos.

PD: Mucho tendrán que trabajar los realizadores para que en las imágenes (que es lo que realmente se recuerda) parezca que tanto Andy como Scarponi sean campeones de un título que, siendo justos, no es suyo.

Por si alguno se le ha olvidado: