viernes, 15 de marzo de 2013

La Classicissima ya calienta motores.


Publicado en revistadesdelacuneta.com el 14 Marzo de 2013.


Con la temporada ya dejando de lado esa rampa de salida que han supuesto los días de competición que llevamos desde Enero, poco a poco nos vamos convenciendo de que sí, que otra vez tenemos cada fin de semana una carrera y que esto no para hasta Octubre.

Como viene siendo habitual, tras un fin de semana de bonitas clásicas en Italia, Niza y Tirreno abrieron el telón de todo lo que se nos viene encima a partir ahora; desde el barro y los adoquines en Roubaix o Flandes a los muros de Lieja y la Flecha Valona, todo sumado a pequeñas vueltas como País Vasco, Cataluña o Romandía que harán de previo a la primera grande de la temporada, el Giro.

Sin embargo, mucho antes de todo eso y también en Italia precisamente, como cada año, el tercer fin de semana de Marzo tenemos una de las grandes citas de nuestro deporte, Milano- San Remo.

Con las piernas todavía frías y los manguitos aún en el bolsillo del maillot, aunque apenas llevemos 2 meses de competición, ya tenemos el primer Monumento de la temporada. Recorriendo de norte a sur las dos ciudades que le dan nombre, cada año un puñado de ciclistas se vuelven a convertir en héroes para terminar los 290km que hacen de la Classicissima la carrera más larga del año.

Cualquier aficionado que se precie tiene grabado a fuego en su cabeza la grandeza de esta carrera, algo que a veces parece complicado de entender, pues San Remo no es la clásica más complicada ni la más espectacular, ni siquiera es la que más ansia ganar el ciclista, pero ahí esta. Sin embargo, fue en la Clásica de Primavera, como también es conocida, donde se fraguaron algunos de los mitos más importantes de este deporte. Fue aquí donde Coppi perdió el juicio y pensó que atacar a más de 200 kilómetros de meta le daría la victoria, era una locura, una salvajada, pero es lo que tienen los genios, que a veces ven en la enajenación de otros su propia lógica, y a Coppi, por supuesto, le salió bien.

Merckx en una de sus siete.


Otro que sabe y mucho de aventuras demenciales que acaban en victoria es El Caníbal, el que posiblemente haya sido el hombre más dominante encima de una bicicleta no dejó de lado nunca San Remo, donde Eddy Merckx necesita de las dos manos para contar sus triunfos, con hasta siete victorias que solo hacen más que demostrarnos a los que no tuvimos la suerte de vivirle que su domino es más abrumador incluso de lo que pinta su palmarés.


Sean Kelly, Fignon, Bugno, Chiappucci, Jalabert o Zabel, o Cipollini, o Bettini, Freire, Pettacchi y los aún estrellas Cancellara y Mark Cavendish, solo hay que echar una mirada por encima al palmarés. La Milano-San Remo es una grande hecha para los grandes, el abanico de posibilidades siempre en inmenso, se ha ganado al sprint y se ha ganado con escapada, siempre con un ritmo altísimo desde las primeras largas llanuras lombardas antes de llegar a las pequeñas tachuelitas que adornar el final del perfil.

 Sagan o Sagan.

Pero si hablamos de 2013, no nos es demasiado complicado establecer un favorito. Todo lo que no sea ver a Peter Sagan levantar los brazos en San Remo este domingo será una sorpresa mayúscula. Sin querer subestimar a los muchos y muy buenos rivales que el eslovaco tendrá, se hace difícil pensar que alguno de ellos pueda, a la hora de la verdad, plantar a cara al chaval. La carretera dictará como siempre, y siendo la Classicissima todo puede pasar, sin embargo la historia de ver al de Cannondale arrasar ya la hemos visto demasiadas veces, hasta 5 veces en este recién estrenado 2013, así que si es necesario establecer un ganador, dudo que alguien dentro del mundo de ciclismo este indeciso. Solo queda sentarse en el sofá y disfrutar.


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