martes, 11 de septiembre de 2012

El nueve de la Vuelta



La Vuelta ha sido el colofón ideal a la temporada, llena de sorpresas ha deleitado al aficionado al deporte en general. No es el escaparate que es el Tour, pero tampoco se queda corta, de los casi 200 corredores que tomaron la salida en Pamplona solo algunos consiguieron cumplir, y aún menos consiguieron triunfar, aunque sería difícil quedarse con solo nueve. Al igual que hicimos tras la Grande Boucle, analizamos los que, para nosotros, han sido los nueve mejores corredores de nuestra vuelta.


Alberto Contador.
El pinteño sale de esta Vuelta con mención de honor, sin importarle la presión venía como indiscutible favorito, lo raro sería que no ganase, decían. Y sin esconderse, desde aquella subida a Arrate que ya tan lejana queda, Alberto dio espectáculo y nunca se le vió inactivo,volviendo a intentarlo cada vez que la carretera se empinaba.  Sus ataques, quizás con más corazón que piernas, fueron nulos en un principio. Parecía que la Vuelta se le iba. Pero Contador, haciendo honor a su calidad, nos ofreció el mayor espectáculo del año encima de una bicicleta en la etapa de Fuente Dé, vistiendose de un rojo que ya no volvió a soltar hasta la Castellana. Nadie puede estar en su contra, gustará a unos más que a otros, pero ser anti-Contador sería ser anti-ciclismo. Seguramente sea el corredor que más necesitemos para salvar este deporte, y con carreras así, no hace más que demostrarlo. 

Joaquim Rodríguez.
Esta Vuelta el de Parets la recordará por el casi. El casi la gano, el casi aguanto al mejor ciclista del mundo hasta el final. Pero seamos sinceros, lo de Joaquim no tiene nombre, con 33 años, el catalán no hace más que sumar y seguir allá por donde corra. Tras un Giro excelente estuvo apunto de conseguir el sueño de una grande ante nada más y nada menos que Alberto Contador. La épica del ciclismo le repartió la parte mala, y Purito llega a Madrid con un tercer puesto que no hace justicia al carrerón que ha echo. Parece difícil, pero nadie se atreve a decir que no ganará ya nunca una grande. 

Alejandro Valverde.
Dos años en el dique seco suelen pasar factura, pero el Bala ganó desde el primer día, fue en Australia, en la primera carrera de la temporada, y nos ilusionó, aún teníamos Valverde para rato. La temporada siguió con algún que otro altibajos a la hora de llegar a las Ardenas y tras dos semanas Tour algo decepcionantes, 'Piti' volvió en Peyreagudes, consiguiendo una victoria que decía: Aquí sigo. Y ahí seguía, en la primera semana de Vuelta se llevó dos etapas más la CRE, y en las siguientes aguantó con los grandes, al final se queda a poco más de un minuto de Alberto que hacen pensar en lo que hubiese pasado sin la faena de Valdezcaray. Aun así, Valverde, como Contador, se reivindican tras sendas sanciones, demostrando que la clase que tenían, la tienen de serie, y el ser un superclase no se olvida.

Chris Froome.
Una de las mayores estrellas de la pretemporada. Llegó al Tour con tan solo 18 días de competición, pero allí rindió al mismo nivel que el mejor, que, porque era su líder, sino otro gallo hubiese cantado, o no. Pero Chris no se quería quedar ahí, y tras conseguir un bronce en los Juegos, a pesar de su cansancio, cumplió su promesa de correr la Vuelta. Llegaba como máximo rival de Alberto, y en un principio lo fue, pero a partir de la Gallina, el keniano se desinfló. Pese a todo, la insistencia que tuvo para acabar lo mejor posible le honra, y a pesar haber estado muy lejos del líder, Froome vuelve a casa reforzado. Puede que sea el ciclista del futuro, eso ya lo veremos, pero en una Vuelta con la calidad que ha tenido esta, tan solo ser el cuarto en discordia, ya es increíblemente meritorio.

John Degenkolb.
No era una Vuelta de sprinters, las llegadas masivas se contaban con los dedos de las manos, y la participación lo notó, ningún Cavendish, Goss o Greipel se acercaron a España este Agosto. El alemán del Argos tenía, por tanto, su mejor oportunidad. No la ha desaprovechado; Degenkolb se lleva cinco de las seis llegadas al sprint, confirmándose como uno de los mejores en la especialidad. Ahora tan solo falta ver como responde ante sus mayores en las volatas. Pero sus cinco triunfos no se los quita nadie.  




Simon Clarke.
Probablemente, camino de Valdezcaray, el australiano del ORICA no se imaginaba que tras esa etapa, que luego ganaría, sería protagonista principal de esta Vuelta. Pero metiéndose en las fugas correctas se lleva un preciado maillot de la montaña, que después de años, deja de ser propiedad de David Moncutié, que nada pudo hacer ante el 'aussie'. Comandando el buen rollo que se palpa en su equipo ( vídeoclip ORICA Green Edge "Call Me Maybe") Clarke se confirma como uno de los puntos de apoyo de la nueva generación australiana. Un ciclista que habrá que seguir muy de cerca los próximos años. 


Dani Moreno.
El gregario perfecto. Katusha vino a ganar la Vuelta y trajo un equipo acorde para ello, pero no todos lograron estar a la altura. Sin embargo, el madrileño ha sido el mayor aliado para los intereses de Purito, que le debe gran parte de sus últimas victorias. Cabe la duda de que pasaría si Dani pelease por la general en un equipo dedicado a el. Eso, de momento, no lo sabremos, pero es imposible negar que con la progresión que ha seguido los últimos años, Moreno es, hoy por hoy, uno de los mejores gregarios del mundo.



Beñat Intxausti.
Otra de las grandes promesas del ciclismo español llegaba a la Vuelta para intentar ayudar a Alejandro Valverde en la general. Tras hacer un Giro espectacular, cuya general se le chafó por enfermedad en la etapa del Stelvio, Beñat ha podido resarcirse en esta Vuelta. Pese a que fue Nairo Quintana, que también se ha salido, el que acompañó al murciano en el tríptico de Asturias, el vasco fue el más regular en el Movistar para ayudar a Valverde. Y el primer Top10 de Intxausti así lo demuestra.





Andrew Talansky.
Con tan solo 24 años, el americano del Garmin-Sharp, ha sido la máxima revelación de esta Vuelta. El de Florida supo aguantar mucho tiempo con los más grandes en la montaña, y sin tener ningún día extremadamente malo, consigue un increíble séptimo puesto que nos lleva a pensar en que el futuro de este chaval está plagado de éxitos. 

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