Alberto Contador.
El pinteño sale de esta Vuelta con mención de honor, sin importarle la presión venía como indiscutible favorito, lo raro sería que no ganase, decían. Y sin esconderse, desde aquella subida a Arrate que ya tan lejana queda, Alberto dio espectáculo y nunca se le vió inactivo,volviendo a intentarlo cada vez que la carretera se empinaba. Sus ataques, quizás con más corazón que piernas, fueron nulos en un principio. Parecía que la Vuelta se le iba. Pero Contador, haciendo honor a su calidad, nos ofreció el mayor espectáculo del año encima de una bicicleta en la etapa de Fuente Dé, vistiendose de un rojo que ya no volvió a soltar hasta la Castellana. Nadie puede estar en su contra, gustará a unos más que a otros, pero ser anti-Contador sería ser anti-ciclismo. Seguramente sea el corredor que más necesitemos para salvar este deporte, y con carreras así, no hace más que demostrarlo.
Joaquim Rodríguez.

Alejandro Valverde.

Chris Froome.

No era una Vuelta de sprinters, las llegadas masivas se contaban con los dedos de las manos, y la participación lo notó, ningún Cavendish, Goss o Greipel se acercaron a España este Agosto. El alemán del Argos tenía, por tanto, su mejor oportunidad. No la ha desaprovechado; Degenkolb se lleva cinco de las seis llegadas al sprint, confirmándose como uno de los mejores en la especialidad. Ahora tan solo falta ver como responde ante sus mayores en las volatas. Pero sus cinco triunfos no se los quita nadie.
Simon Clarke.
Probablemente, camino de Valdezcaray, el australiano del ORICA no se imaginaba que tras esa etapa, que luego ganaría, sería protagonista principal de esta Vuelta. Pero metiéndose en las fugas correctas se lleva un preciado maillot de la montaña, que después de años, deja de ser propiedad de David Moncutié, que nada pudo hacer ante el 'aussie'. Comandando el buen rollo que se palpa en su equipo ( vídeoclip ORICA Green Edge "Call Me Maybe") Clarke se confirma como uno de los puntos de apoyo de la nueva generación australiana. Un ciclista que habrá que seguir muy de cerca los próximos años.
El gregario perfecto. Katusha vino a ganar la Vuelta y trajo un equipo acorde para ello, pero no todos lograron estar a la altura. Sin embargo, el madrileño ha sido el mayor aliado para los intereses de Purito, que le debe gran parte de sus últimas victorias. Cabe la duda de que pasaría si Dani pelease por la general en un equipo dedicado a el. Eso, de momento, no lo sabremos, pero es imposible negar que con la progresión que ha seguido los últimos años, Moreno es, hoy por hoy, uno de los mejores gregarios del mundo.
Otra de las grandes promesas del ciclismo español llegaba a la Vuelta para intentar ayudar a Alejandro Valverde en la general. Tras hacer un Giro espectacular, cuya general se le chafó por enfermedad en la etapa del Stelvio, Beñat ha podido resarcirse en esta Vuelta. Pese a que fue Nairo Quintana, que también se ha salido, el que acompañó al murciano en el tríptico de Asturias, el vasco fue el más regular en el Movistar para ayudar a Valverde. Y el primer Top10 de Intxausti así lo demuestra.
Con tan solo 24 años, el americano del Garmin-Sharp, ha sido la máxima revelación de esta Vuelta. El de Florida supo aguantar mucho tiempo con los más grandes en la montaña, y sin tener ningún día extremadamente malo, consigue un increíble séptimo puesto que nos lleva a pensar en que el futuro de este chaval está plagado de éxitos.
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